martes, 2 de marzo de 2010

El poder del error

Error, una palabra tan pequeña que nos trae tantos recuerdos. Un error nos puede costar muchas cosas: tiempo, dinero, amistades e incluso la propia vida.

¿A qué se debe un error? Principalmente es por la falta de atención y por no pensar bien las cosas antes de hacerlas. Muchas veces me ha pasado que me equivoco en el lugar que debo bajarme del camión, ya sea por estar pensando en problemas, quedarme dormido, escuchar música, bueno, por cualquier razón. Después de esto hay que caminar más, tomar otro camión con lo que he "perdido" tiempo y dinero.

Errores cometemos todos y hay infinidad de ejemplos como fallar un penal aunque seas el mejor anotador del torneo, ser descalificado aunque se haya ganado el oro en la edición más reciente de los juegos olímpicos, incendios, accidentes, una multa o recargo al no realizar a tiempo un trámite, por mencionar sólo algunos.

¿Habría podido evitarse algún error? Seguramente sí, sin embargo lo hecho, hecho está. Ya mencioné al principio que un error nos puede acarrear grandes costos, pero no todo está perdido. El poder del error recae en un factor muy poderoso que todos debemos adquirir: la experiencia.

La experiencia después de un error es la más valiosa que podemos tener. Recupera cualquier pérdida. Con un error el deportista se prepara para no fallar y así mismo superar sus propias marcas, cualquier persona realizará un trámite días antes para evitar recargos e incluso obtener algún descuento, en fin, al próximo evento que se presente con características similares se obtendrá un mejor desempeño.

Por lo que un error debe ser observado bajo esta lupa y analizado para evitar caer en lo mismo y poder avanzar. Así que ya no lo llamaré error sino una nueva experiencia.