domingo, 19 de diciembre de 2010

Más que 30 canciones, más que un grupo.

En este momento de la vida, en el que no tengo nada que hacer, he decidido hacer un conteo completamente subjetivo de una de mis bandas favoritas. Los conocí porque mi padre es fanático de ellos desde muchísimos años y bien podría decirse que lo heredé. Como buen adolescente decía que su música no era música (o algo así), pero a pesar de todo lo que decía cuando los ponía mientras íbamos en el coche, bueno, casi siempre ahí los ponía, me gustaban pero en secreto. Hacer un comentario sobre ellos en el 99% de los casos era sinónimo de escuchar alguna historia, ya sea de su formación, discografía, alguna canción, la vida de alguno de los integrantes, el productor o por lo menos había una salpicada de lo que hicieron, a pesar de haberlo escuchado el día anterior.

Como dije hace unas líneas, me gustaban pero (porque siempre hay un pero), hacía como que no me interesaban, por lo que en realidad no conocía sus canciones más que las que si decía que no sabía que ellos la compusieron era como no saber si me había bañado ese día o no.

Hace un año, más o menos, fui por mi papá a su trabajo e inevitablemente salieron al tema. Esa vez lo escuché de un modo diferente, le presté toda la atención que pude (le dije, tú manejas), así que me relató desde que ellos eran adolescentes hasta que grabaron su tercer álbum. Algo pasó esa vez que me quedé intrigado. Yo sabía que eran buenos, yo ya conocía de música, por lo que quería ampliar mi panorama. Tomé su colección de discos y la pasé a mi computadora, mi dispositivo infalible para pasar un buen rato escuchando música.

Pasaba una canción y sin darme cuenta me sabía la letra, pasaba lo mismo con la siguiente y la siguiente y la siguiente de la anterior. Tenían algo en la música, las letras, los juegos de voces, el ritmo, en fin, era un deleite escucharlos.

Cotidianamente le preguntaba algún “dato curioso” a mi padre por lo que me identificaba con alguna canción. Con otra, la letra quedaba como anillo al dedo a la situación que vivía, alguna otra me impresionaba el arreglo. Y lo que más me sorprende es la cantidad de material que sacaron en tan poco tiempo, además del gran impacto que siguen teniendo en la actualidad (no me sorprendería que alguien tenga un padre igual al mío).

Es por lo que, después de tanto tiempo he decidido hacer un conteo de las 30 canciones que más me gustan. Aclaro, antes de que empiecen las quejas, es completamente subjetivo, pero trataré de dar una pequeña explicación de por qué me gusta tanto cada canción. Quedarán fuera algunas que a lo mejor a ti te guste, pero debo repetir otra vez de nuevo, son las que me gustan. Ah, por si todavía no sabes de quiénes hablo, es del cuarteto de Liverpool, The Beatles.

30. I wanna be your man (Lennon/McCartney) With the Beatles

No tengo mucho qué decir, nada más que es un clásico y que siempre la he querido dedicar.

29. Love me do (Lennon/McCartney) Please please me

No puedo dejar este clásico, tiene algo que me atrapa y me pone a cantar, aunque como todos sabemos, es bastante melosa.

28. Everybody's got something to hide except me and my monkey (Lennon/McCartney) White Album

La escuché porque mi padre la nombró en algún momento cuando le pregunté sobre la de Sexy Sadie. Tiene un no sé qué que qué se yo, que me gusta, no sé cómo explicarlo, pero podría decirse que me alegra… algo así…

27. Michelle (Lennon/McCartney) Rubber Soul

Una de las mejores amigas que he tenido se llama así por esta canción. Durante el tiempo que me juntaba con ella era una de las canciones que más escuchaba. Una vez en un restaurante escuché una versión instrumental de la canción, creo que después de eso vi pocas veces a Mich.

26. Birthday (Lennon/McCartney) White Album

Les había dicho que conocía canciones de ellos pero no los identificaba, esta es otra de ellas. Con un “riff” muy pegajoso no la puedo dejar fuera, además que demuestra un poco el potencial de Paul, tanto para componer como para cantar. Debo confesar que a la gente que más quiero he comenzado a dedicársela en sus cumpleaños (desde que la redescubrí).

25. Happiness is a warm gun (Lennon/McCartney) White Album

Una canción triste, lo es, pero una vez más demuestra la complejidad de los últimos álbumes. Cambios de ritmo, voces, estructura y mucho talento hacen que se quede en la lista. Debo confesarles que cuando inicia debo ver qué canción porque la identifico con el “Mother superior drop the gun” y desde ahí ya sé cual estoy escuchando.

24. Oh! Darling (Lennon/McCartney) Abbey Road

Es una de tantas canciones que las escucho una vez y me faltó, así que la repito y esa vez me pongo a cantar, pero me falta (cantarla) otra vez así que se aguantan los que están a mi alrededor y se avientan otra ronda de mi melodiosa voz.

23. Drive my car (Lennon/Mc Cartney) Rubber Soul

Una canción que me gustaba y no la relacionaba con ellos, creo que no tengo mucho que decir, de las que canto todo el día, por lo menos en mí cabeza (además de moverme al compás de la música), pero algún día me aprenderé el arreglo de piano que tiene.

22. Can’t buy me love (Lennon/McCartney) A hard day’s night

Cada vez que la escucho me deja cantando todo el día el coro. Podría hablar mucho pero repetiría del solo de guitarra, el ritmo, así que como lo acabo de decir ya no cumplí con mi palabra.

21. Dizzy miss Lizzy (Larry Williams) Help!

Una vez mi papá iba a pasar música a su celular, estaba en el álbum de “Help!” y no dudó en agregarla. Me dejó con la duda de por qué esa, qué tendría de especial. La escuché y me fascinó. Cuando tocaba con una banda tocábamos un rock n’ roll, por lo que es algo muy grato para mi (y de lo poco que me animo a bailar) por lo que se convirtió en una de mis favoritas. En algún momento me puse a tocar el bajo de esta canción aunque debería practicarla más.

20. You’re going to lose that girl (Lennon/McCartney) Help!

A pesar de ser muy simple, la letra me gusta mucho. Tal vez es la parte de mi que nadie conoce, pero en verdad, es un deseo reprimido, tal vez porque me ha pasado al revés o porque veo que tratan mal a una chica. También es para mí un ejemplo que algo sencillo puede ser bueno.

19. Ticket to ride (Lennon/McCartney) Help!

Además de los Beatles, mi papá escucha mucho a The Carpenters, y ésta canción la conocí primero por el cover de ellos. Sinceramente me gusta la voz de Karen Carpenter, pero la versión del cuarteto es inigualable. Como siempre, las voces y la música son lo que realzan la canción.

18. Blackbird (Lennon/McCartney) White Album

Una canción que no le agarraba “sabor”, pero que después de escucharla en el concierto de McCartney en México (lo vi en internet, lo acepto) me enseñó como un “error” puede convertirse en algo hermoso.

17. Ob-la-di, ob-la-da (Lennon/McCartney) White Album

Recuerdo cuando era muy chico que mi papá tocaba el teclado, una de las que más practicaba era esta, pero llevando el acompañamiento y él tocando la voz. Creo que por eso empecé a tocar el piano, por lo menos a aprenderme las notas y todo eso. Es de las historias que más veces me ha contado de Paul y creo que puedo decir que Ob-la-di, ob-la-da es mejor que Hakuna matata.

16. Eleanor Rigby (Lennon/McCartney) Revolver

Una canción que cuando la escuché no pensé que fuera de ellos, pero afortunadamente lo es. Aunque ellos no tocan los instrumentos, la idea de la música fue principalmente de Paul y del productor (George Martin) y las voces de Harrison y Lennon, por lo que le da el toque “Beatle”. ¿Por qué está en la lista? Mi abuelo (cuenta mi padre) regañaba a mi papá por escuchar a los Beatles y le decía que la música clásica era lo bueno (algo así es lo que recuerdo), cuando escuché el arreglo de cuerdas me di cuenta que mi abuelo no había escuchado esta canción, además que es el parte aguas en la carrera del cuarteto.

15. And I love her (Lennon/McCartney) A hard day’s night

Una de las canciones de ellos que iniciaron mi gusto musical por el grupo. Una noche estaba escuchándola y me di cuenta de una pequeña figura que tenía la guitarra de George, lo que le quitaba el ritmo plano que mantenía Lennon. Al escucharla me transporto a la playa y comienzo a imaginar. Es la única canción que me sé de principio a fin en guitarra. Algo que la hace especial fue escucharla en el coche con alguien que he querido demasiado.

14. Helter Skelter (Lennon/McCartney) White Album

Creo que mi abuelo probaría su punto al escuchar esta canción y al principio no la aceptaba como si fuera de ellos, me costó trabajo saborearla, pero poco a poco me di cuenta que mantiene la esencia del grupo. Mientras más la escucho más me sorprende la capacidad de Paul. Ahora no puedo hacer otra cosa mientras la escucho porque eso hago, la escucho y la escucho y la disfruto.

13. Good day sunshine (Lennon/McCartney) Revolver

Una de tantas canciones que me gustaban sin saber que era de ellos. De esas que siempre están para alegrarte el día, acompañarte a caminar y cantar como si el mundo no te viera. Es el punto en el que debo decir que medio toco el piano (no presumo porque no soy tan bueno) y al escuchar esta canción me doy cuenta de lo mucho que me falta por practicar pero, al escucharla, en lugar de decir que no podré me visualizo tocándola, aclaro, todavía no lo llevo a la práctica.

12. All you need is love (Lennon/McCartney) Magical Mystery Tour

Cada vez que escucho la canción encuentro algo diferente, la forma en la que mezclan la música clásica, el intro con la Marsellesa, el solo de guitarra de George, los juegos de voces, el final, me hace pensar lo que significaban para su época. El mensaje es muy sencillo, pero llega a todas las personas. En lo personal, la podría escuchar varias veces y cada vez me haría sentir diferente, letra y música.

11. Help! (Lennon/McCartney) Help!

Mucho tiempo me preguntaban por una canción de ellos y sin dudar decía “Help!” Podría decirse que fue mi primer canción favorita del grupo, el ritmo, las voces, la música y la letra, todo me gusta. Es de esas canciones que las escucho y me “entra” cierto sentimiento.

10. Hey Jude (Lennon/McCartney) Love

Una vez estaba “Nananeando” y mi papá me escuchó, después de eso me contó la historia detrás de la letra y me identifiqué. Cuando no me acuerdo de esa historia disfruto la música, cuando me acuerdo disfruto la letra. Pueden agregarla como otra canción que a cada rato me dispongo a aprender pero no lo hago.

9. Octopus’s garden (Starr) Abbey Road

No recuerdo quién me dijo de esta canción el día del cumpleaños de Ringo (si lo lees dame un zape por no recordarte) y me gustó. Aprovecho que hablamos de Ringo para expresar un poco lo mucho que a mi papá le gustaban los Beatles. Cuando yo tenía como 2 o 3 años, teníamos un viejo pastor inglés (un perro, pues) y se llamaba Ringo. Creo que por eso crecí con el baterista como mi máximo referente de ellos, ya después ha cambiado mi perspectiva sobre los 4. Bueno, volviendo al tema, me gustó mucho la canción y un día, aprovechando que iba con mi papá hablando de música le pregunté sobre esta canción. Como siempre me explicó sobre la forma en la que compusieron la canción lo que me dejó un buen ejemplo para la vida. Hablando de la canción me gusta mucho tanto letra y música, creo que el lugar le es justo a mi gusto.

8. Hey bulldog (Lennon/McCartney) Yellow Submarine

Un día le dije a mi padre que quería tocar el bajo. Sacó sus discos y me puso Hey bulldog, me obligó a concentrarme a escuchar el bajo. Como diría él: “Es un concierto de bajo y acompañamiento”. Además de eso, me gusta la frase “If you’re loneley you can talk to me” porque creo que describe como soy con las demás personas. Es de las pocas canciones que medio he sacado en el piano, pero como que no me suena y la dejo sin practicar.

7. I’m a loser (Lennon/McCartney) Beatles for sale

El por qué escuché esta canción es un chiste local con mi papá, por lo que aunque lo explique no lo entenderán, así que lo omito. Ahora viendo por qué la sigo escuchando es porque me pasó una situación parecida hace poco. Si separamos la letra de la música, la primera refleja perfectamente el título de la canción, pero la música me da mucho optimismo o por lo menos, me hace superar la situación.

6. I am the warlus (Lennon/McCartney) Magical Mystery Tour

Una de tantas conversaciones en el carro con mi papá, me platicó de la historia de esta canción y lo de “I am the warlus”. Hace poco, tuve la decepción amorosa más fuerte de mi vida. Para superarlo me dije “I am the warlus” y lo mejor de todo fue que me lo creí, por lo que mi actitud cambió mucho (los que me conocen lo podrán negar o afirmar). En cuanto a la música, se me hace de las cosas más “raras” que escucho, pero me gusta bastante.

5. If I fell (Lennon/McCartney) A hard day’s night

En la misma plática sobre Sexy Sadie salió esta canción al tema. No pudo haber quedado en mejor momento. Me identifiqué completamente con John aunque estuviéramos en situaciones un tanto diferentes. La escucho y me siento mejor, porque espero encontrar a alguien que me haga olvidar ese pasado tan amargo. Hace poco me ponía a “cantarla” con alguien a quien quiero mucho.

4. Penny Lane (Lennon/McCartney) Magical Mystery Tour

Es curioso como “descubrí” Penny Lane. La tuve desde que empecé a formar mi biblioteca pero no le prestaba atención. Un día saltó a mi mente escuchar Penny Lane (no tiene mucho). Es de lo mejor que he escuchado. La música es exquisita, la forma en la que incorporan los instrumentos de viento y las voces a la historia que hay detrás de la calle. Ahora, me siento, escucho la canción, me dejo llevar, disfruto, soy feliz mientras viajo por Penny Lane.

3. Something (Harrison) Abbey Road

Desde la primer nota sé que viene algo grande. El arreglo hace que cierre los ojos e imagine. La guitarra me hace vibrar y la letra me pone a reflexionar. No sé si es de dolor o de esperanza, o una mezcla de ambas, pero siento cada nota, no sé cómo explicarlo (es la segunda vez que me pasa esto), espero que se entienda. En verdad, me identifico en cada frase, en situaciones un tanto diferentes, pero al fin y al cabo me identifico.

2. Here comes the sun (Harrison) Abbey Road

Por lo menos una vez a la semana me despierto con unas ganas inmensas de escuchar esta belleza. Desde el primer compás hasta el último me pone a pensar, imaginar, soñar despierto (dirán que soy muy sentimental, pero la música me hace así) y sí, debo confesar, que las lágrimas se asoman mientras la escucho. Mientras brotan me doy cuenta que son de alegría, de esperanza y al terminar la canción me pueden ver sonreír.

1. Sexy Sadie (Lennon/McCartney) White Album

Ya he referido a esta canción un par de veces y tiene un porqué. Creo que la historia de tal personaje es la que más he escuchado por parte de mi padre, por lo que la tuve muy presente cuando sucedió tal evento trágico del desamor. Al escuchar la canción entendí la desilusión y el dolor que sintió Lennon al ser engañado por Maharishi, yo me sentía devastado por una mujer. El día de hoy la escucho, recuerdo, reconozco que duele, pero (ya dije antes, siempre hay un pero), sé que del dolor puede salir algo que alguien se identificará con lo que yo siento. Después de escuchar la canción fui con mi papá y le pregunté sobre la canción, recuerdo que hablamos como 40 minutos sobre el grupo. Terminando la charla fui al piano, busqué partituras y me puse a aprenderla, creo que es de las que más avances he hecho y no he llegado al coro. Es la canción que tiene más historia para mi.

Debo hacer unas pequeñas notas al final de este recuento que me gustaría comentarles.

a) Escogí las canciones de memoria, no tuve que volverlas a escuchar para decidir si entraban o no.

b) Al momento de estar escribiendo, escuché la canción varias veces, me ayudaba a recordar por qué es tan especial para mí.

c) Debo recordarles que es completamente subjetiva la lista, mi palabra no debe ser tomada como verdad universal.

d) Disculpen que haya hablado tanto de las anécdotas de mi padre, pero es algo necesario, esto que estoy dejando es solo una muestra de lo mucho que he aprendido de él.

e) A pesar que el disco "Sgt. Pepper's lonely hearts club band" es mi disco favorito de principio a fin, no hay ninguna canción en esta lista. Eso es porque no me identifico como canciones con el álbum.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Crónicas de un viajero enamorado

¿Miedo? Claro que tengo que tuve miedo, no nada más uno, sino varios, miedo a un lugar desconocido, a vivir una nueva experiencia, a un trayecto solitario, a su rechazo. Un viajero es algo en lo que apenas me convertí, luchando contra esos temores que me mantenían encerrado como si fueran mis carceleros.

Tomé la decisión, ella lo vale. Como el pirata que busca el tesoro con ayuda de un mapa, así salí. Mochila al hombro, efectivo en el bolsillo y dudas en el corazón. El temor me invadía conforme avanzaba, pero si no lo enfrentaba en ese momento nunca lo haría.

Llegó el momento en el que ya no habría marcha a atrás. Estaba en el punto sin regreso y contra todo lo que pensaba, me sentía bien. Después de tanto tiempo, la vería.

Ya me encontraba en mi destino, un sentimiento de ansiedad recorría mis venas; tal vez era la adrenalina por lo que no me podía quedar tranquilo. Pero tuve que esperar. Media hora, seguía esperando. Lágrimas fintaban llegar a mi rostro, los demonios en mi cabeza decían "no llegará, nunca la verás, regrésate, no eres un viajero". Poco faltó para obedecer esas voces, pero tenía un as bajo la manga, una llamada. Esperé y me subí a un coche con 3 personas que nunca había visto, pero un presentimiento decía que siguiera adelante.

La vi, me emocioné. Nos fundimos en un abrazo. Fue todo. No pude vencerme a mi mismo. El temor lo vencí, la duda también, pero no pude contra mi historia y ocurrió una vez más.

Pasaban las horas y las copas, las risas fulminaban los malos pensamientos, el viajero se sentía bien, una extraña sensación, pero finalmente sabía que era lo que venía en su camino. La gente se iba, el frío se intensificaba y me vi una vez más derrotado. Pero no fue una derrota completa, sino una forma de vivir de nuevo.

Amaneció y yo, seguía con esa espina clavada, sabiendo que debería regresar y que no pude superar la barrera de decirle "te quiero". No todo está perdido, las acciones dicen más y espero que haya visto lo mucho que me importas como para hacer este viaje.

Regresé más contento que nunca, sabiendo que allá hay buenos amigos, mejores de lo que creía, enamorado de la vida, enamorado de ella, no sé cuando vuelva, pero lo haré aunque me duela.

viernes, 22 de octubre de 2010

Clase breve de ortografía

Compañeros y compañeras: tubo - Objeto cilíndrico, hueco y alargado que está abierto por sus dos extremos; tuvo - conjugación del verbo tener para el pasado de la tercera persona del singular; haber - v. impersonal. se usa para formar los tiempos compuestos e indica que la acción, el proceso o el estado expresado por el verbo ha terminado; a ver - de "a", preposición que indica una intención o finalidad, p. ej. "vengo a verte", y del verbo ver". Ejemplos: ese tubo está oxidado; Abraham tuvo que poner ejemplos; va a haber gansitos; a ver, ¿qué pasa aquí?

Lección 2: estubo - no existe, a menos que sea "es tubo", de la conjugación del verbo ser para el presente de la tercera persona del singular y de tubo (ver definición); estuvo - conjugación del verbo estar para el pretérito de la tercera persona del singular; ves - conjugación del verbo "ver" para el presente de la segunda persona del singular; vez - Cada realización de un suceso o de una acción en momento y circunstancias distintos. Ejemplos: Ésta es manguera, aquel es tubo; Rodrigo estuvo preguntándose "¿por que Abraham escribe tanta pendejada rebuscada?"; ¿Qué chingados me ves?; Esa vez llegamos bien borrachos...

Una más (y más breve): has - del verbo haber, p.ej. ¿cómo has estado?; haz - del verbo hacer, p. ej. ¡Haz tu tarea, Rodrigo!; as - carta de la baraja, p. ej. yo tengo el último as de la baraja; ass - "trasero" en inglés; az - no mamen, ese ya no existe, a menos que sea una abreviatura de Arizona, "Az."

Gracias a Abraham por la clase.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Mi corazón de rombitos

Un rombo, una figura de cuatro lados. Cuatro estaciones, cuatro puntos cardinales, cuatro letras, cuatro suspiros. Me quedo con los suspiros, porque dicen más que cualquier palabra, palabras van y palabras vienen, pero los suspiros penetran el alma. Cuatro momentos, seguirte, hablarte, conocerte, y ahí me quiero quedar. ¿Por qué no llego al último momento? Porque ese sería perderte, y no lo quiero hacer.

Pero al callar perdí, por no decir nada, por mi cobardía puedo llegar a perder a cierta personita especial que me hace suspirar, sonreír y olvidarme de la realidad. Callé porque me atemoricé al sentir todo demasiado rápido, lo confieso, pero temo no estar contigo, y me arrepiento.

Y a esa personita la conocen por cuatro letras, cuatro días le tomó forrar mi corazón con su sello característico. Ese forro le hace bien a mi corazón y si le faltase el forro prefiero que me quiten el corazón completamente para no sentir la ausencia que me dejaría.

Así que aprovecho estas líneas para decirte lo que callé, te quiero y no quiero que esto se quede nada más como algo pasajero

viernes, 27 de agosto de 2010

Música y poesía.

Me da miedo expresar lo que siento, miedo de que algún día lo leas y veas la parte que siempre oculté. Quisiera regresar el tiempo atrás para evitar el dolor que siento, pero es imposible evitar el dolor, ese dolor que me apuñala una y otra vez el alma desnuda que tanto brillaba por ti, y simplemente desapareció, como un sueño del que no quieres despertar y cuando termina, no puedes escapar de la pesadilla de la realidad.

Pensando tantas cosas, no he podido desprenderme de ti, porque cada vez que pienso, no puedo pensar con claridad. Y ahora me dueles, me dueles más que nunca. El dolor me ataca sin piedad, cuando respiro, cuando lloro, cuando río y cuando pienso. Entonces decido no pensar, ni motivos ni razones. Decido no reír, porque te llevaste mi risa y la arrojaste por el puente que fuimos construyendo día a día, palabra a palabra, risa a risa, mirada a mirada, latido a latido. Sin la risa me queda llorar, pero cada lágrima conspira con mi pensamiento y me recuerda a la lluvia de cada noche que culminaba un día, una hora, un minuto, un instante de alegría. Sólo queda dejar de respirar, por si algún día encuentro tu perfume que me llevaba a la risa y la risa a la alegría por estar con la mujer más maravillosa que he conocido.

Si lo lees no creas que escribo para lastimarte, esa no es mi intención y nunca lo ha sido. No quise gritarte así, no quiero despedirme. Quiero que sea un hasta pronto, no quiero olvidarte, no quiero perderte, perder cada risa, cada momento, cada sonrisa. El mundo es muy grande, lo sé, pero la vida es corta y si buscara a alguien con quien llenar el vacío que siento, perdería la oportunidad de pedirte perdón.

Perdóname, perdóname por cada suspiro que en realidad era un grito por ti, perdóname por cada noche que no dormí pensando en cómo hacerte sonreír, por cada detalle, por cada vez que nuestra piel se rosó una con la otra, por cada lágrima derramada en mi fría almohada, perdóname, sobre todo, por no haberte dicho lo mucho que te quiero y que me hacías feliz.

lunes, 12 de julio de 2010

La niña de mi sueño

Era una tarde de verano, en el parque de la colonia, un lugar que frecuento poco pero me trae muchos recuerdos de mi juventud. En esa ocasión habían muchos niños debido a las vacaciones. Mientras tanto, yo estaba sentado, escuchando música, como usualmente lo hago, y observando.

¿Qué observaba? Realmente eso no tiene importancia en este momento, me sentía tranquilo, esperando la compañía de aquella mujer que me hace feliz cada segundo. Mientras las risas de los niños acompañaban el canto de las aves y el silbido tan peculiar del globero, aquel mismo señor que estaba cuando era niño, nada más que ahora más viejo.

Se me antojó un helado de vainilla, y vaya que era necesario por el calor de una tarde, que se intensificaría aún más. Muchas pelotas de colores y con figuras diferentes iban de lado a lado, niños y niñas con sus diversas actividades y sus padres conversando en las bancas de aquel lugar.

Un perro se me acercó esperando recibir algo. No sé de razas, pero era de esos que les cortan el cabello para que parezca que tienen un bigote. Se veía triste el pequeño canino y un además poco inquieto. Lo ignoré, me mordió el pantalón y me molesté. Quería quitarlo de mi lado. Vi una placa, me acerqué y la vi. Era una placa en forma de hueso con una inscripción. ¿El nombre del perro? No es relevante, pero el nombre de la dueña saltó a la vista: Inés B. No podría ser ella, la niña que estaba perdida y salió en los periódicos y yo con su perro enfrente a nada de darle una patada para que me dejara en paz. Me levanté inmediatamente, y lo seguí. El perro corrió a toda velocidad entre los arbustos y debajo de las bancas, mientras tanto yo iba esquivando cualquier obstáculo para evitar perderle la pista.

Finalmente se detuvo cerca de un montón de hojas que se veía que acomodó el jardinero del parque. Empezó a olfatear, rascar, gruñir y ladrar. Tantas cosas pasaban por mi mente, escuchaba gritos, gemidos, llanto, como si estuviera en ese punto días atrás.

Me agité como nunca me había pasado, le ayudé a buscar, revolví las hojas, excavé y no encontré nada. No debía confiar en un perro nada más porque vi el nombre de su dueña en las noticias. Tal vez estaban ahí en el parque y el perro buscaba comida. Por otra parte, el perro se veía tan seguro de sus sentidos que no se despegaba de mi lado.

Decidí ver a mi alrededor, buscando una pista, así como los libros que solía leer, me sentía un detective, nada más me faltaba mi boina y mi pipa. Me sentí importante y un sentido de responsabilidad me abordaba con mayor fuerza.

Buscaba algo, pero no sabía qué era. Esperé a que Weasley (aquí es cuando me parece pertinente nombrar al perro) me guiara para dónde ir, pero se veía más confundido que yo. Decidí dar unos pasos atrás y vi el carrito del jardinero, con el bote de basura, su escoba y demás instrumentos que usan. Me acerqué cautelosamente, esperando no ser visto. Algo colgaba, era bastante brillante. Mi corazón se aceleraba cada segundo que pasaba, mis manos sudaban más que otras veces. Miré por detrás de mi hombro nuevamente, no había nadie. Cada paso lo daba con más cuidado que el anterior, algo había ahí, algo sumamente importante. Finalmente llegué a mi objetivo, una cadena de oro con un dije, el cual tenía una figura de una paloma. Detrás tenía grabado I.B. No podía equivocarme, era el inicio de la investigación. Nadie había encontrado nada y yo, sin haberlo planeado, encontré lo que era un objeto auténtico. Dentro del bote había un zapato rosa, me comencé a preocupar. Me faltaba el aliento, un sudor frío recorrió mi rostro y mi corazón de repente se paralizó. Una lágrima bajó por mi mejilla lentamente.

¿Por qué tuve que ver eso? Me sentí terrible, la esperanza había sido opacada por un cruel sentimiento de dolor. Tomé el zapato y lo miré, no había duda, era de Inés. Weasley brincaba para alcanzarlo. Imaginé tantas cosas, tanto dolor. Luego el dolor se convirtió en ira. Quería venganza, no sé por qué, pero la quería. Sé que no era mi problema, pero me conmovió más allá de lo imaginado. Apreté la cadena con mi puño y el zapato con mi pecho. Las lágrimas no me dejaban ver con claridad.

Weasley empezó a ladrar y a gruñir, pensé que era el mismo sentimiento, pero me equivoqué. Un señor de mediana estatura y bastante delgado se acercó. Vestía pantalón de mezclilla y una camisa de franela, tenía unas tijeras de podar en la mano derecha y una expresión que me impactó.

Apreté la quijada, solté el zapato y con el brazo me sequé las lágrimas. No iba a dejar que me viera en ese estado y mucho menos con la rabia que inundaba mi sangre. Él debía ser el que hizo tal atrocidad. Descaradamente el jardinero sacó de un bolsillo el par del zapato y soltó una carcajada. Me enfurecí aun más. Esperé a que se acercara, no podía arriesgarme al no estar armado. Dio un paso al frente y quise esquivarlo, me tropecé y caí de espaldas, cerré los ojos esperando lo peor...

Al abrir los ojos vi mi celular... 5:49 am. Era la madrugada del mismo día, me trastorné. Busqué con mis manos alguna cicatriz pero no había nada. Suspiré, nada más fue una cruel pesadilla. Dejé el celular en la mesita de al lado y sentí una cadena, la tomé y vi una paloma con la inscripción I.B...

domingo, 9 de mayo de 2010

Un silencio cómodo

Rara vez el silencio es tan cómodo
como el que mantienen tus labios,
un misterioso silencio tranquiliza el ambiente
y me agrada esa sensación por comprenderte.

Un silencio dice más que mil canciones,
aviva mis recuerdos que tengo del pasado,
convence a mi alma a quedarme junto a ti.

En medio del caos tu silencio me anima,
mi sonrisa se alimenta del suspiro que emites,
al no escucharte imagino melodías
y compongo mis poemas al estar en tu silencio.

viernes, 7 de mayo de 2010

Una tarde de mayo

¿Por qué mis emociones dominan a mi razón?
Sé que no soy el centro de tu universo
y sin embargo, no puedo dejar de querer serlo.

Si me lo pidieras detendría el tiempo para estar eternamente contigo.
Porque siendo sincero, nunca es suficiente para contemplar tu sonrisa.
Nada más falta que te atrevas, que te arriesgues,
porque por ti lo daría todo y hasta más que eso.

Te daría el inicio de la primavera en medio del invierno,
la luz de la luna para que te cuide cada noche,
una legión de ángeles velarían tus sueños
y la brisa del mar acompañaría tu caminar.

Ya conoces qué te ofrezco, y sabes que no me pesa darlo,
ni viajar para verte un instante y después desaparecer
tras la penumbra de la noche, mientras el sol se despide
de una hermosa tarde de mayo.

Pero mientras tanto, una cruda letanía se apodera de mis sueños,
un aguijón ataca mis recuerdos y supera la realidad.
Permanezco alentado por la melodía de tu voz,
y por el último recuerdo que quedó en mi corazón.

viernes, 30 de abril de 2010

El niño que todo lo quería ser

El niño quiso ser pez, metió los pies en el río.
Estaba tan frío el río que ya no quiso ser pez.

El niño quiso ser perro, se puso a ladrar a un gato.
Lo trató tan mal el gato que ya no quiso ser perro.

El niño quiso ser pájaro, se asomó al balcón del aire.
Estaba tan alto el aire que ya no quiso ser pájaro.

El niño quiso ser hombre, empezó a ponerse años.
Le iban tan mal los años que ya no quiso ser hombre.

Y ya no quiso crecer, no quería crecer el niño,
si estaba tan bien de niño, pero tuvo que crecer.

Un día, al volver a su placeta de juegos,
el hombre quiso ser niño, pero ya no pudo ser.

Manuel Benitez Carrasco.

domingo, 4 de abril de 2010

Solo con mi soledad

Una vez más me encuentro solo, y así me gusta estar. Hablar conmigo mismo, ser yo, sin tener que mentirle a nadie, sin fingir. Si estoy triste me doy un abrazo para levantar el ánimo; si estoy feliz grito de alegría.

Y así he estado casi siempre, solo con mi soledad. Para qué ser el valiente domador de leones en el coliseo con tal de impresionar a la hermosa doncella que está comprometida con el hijo del rey. Tampoco pretendo ser el creador de una nueva obra de arte que se quiere ganar el reconocimiento de los ricos, los cuales se critican unos a otros pero de frente son los mejores amigos.

Estando solo puedo conocer mis defectos que me detienen a ser realmente yo mismo. Estando solo me siento libre. Estando solo sólo faltas tú. Pero si estuvieras tú ya no estaría solo, ya no imaginaría una vida junto a ti, porque la viviría a tu lado. No me conocería tanto porque tú me conocerías mejor.

Es por eso que quiero estar solo, porque todavía no se quién eres tú, no sé si quiero conocerte o ya te conozco, lo único que sé es que estando solo estoy bien, aunque este bienestar sea un pasajero con un viaje de ida pero no de vuelta. Y cuando el pasajero llegue a su destino subirá tu compañía y mi soledad se irá con él.

Mientras estaré así, sólo con mi soledad, juntos, pero sin ti...

martes, 2 de marzo de 2010

El poder del error

Error, una palabra tan pequeña que nos trae tantos recuerdos. Un error nos puede costar muchas cosas: tiempo, dinero, amistades e incluso la propia vida.

¿A qué se debe un error? Principalmente es por la falta de atención y por no pensar bien las cosas antes de hacerlas. Muchas veces me ha pasado que me equivoco en el lugar que debo bajarme del camión, ya sea por estar pensando en problemas, quedarme dormido, escuchar música, bueno, por cualquier razón. Después de esto hay que caminar más, tomar otro camión con lo que he "perdido" tiempo y dinero.

Errores cometemos todos y hay infinidad de ejemplos como fallar un penal aunque seas el mejor anotador del torneo, ser descalificado aunque se haya ganado el oro en la edición más reciente de los juegos olímpicos, incendios, accidentes, una multa o recargo al no realizar a tiempo un trámite, por mencionar sólo algunos.

¿Habría podido evitarse algún error? Seguramente sí, sin embargo lo hecho, hecho está. Ya mencioné al principio que un error nos puede acarrear grandes costos, pero no todo está perdido. El poder del error recae en un factor muy poderoso que todos debemos adquirir: la experiencia.

La experiencia después de un error es la más valiosa que podemos tener. Recupera cualquier pérdida. Con un error el deportista se prepara para no fallar y así mismo superar sus propias marcas, cualquier persona realizará un trámite días antes para evitar recargos e incluso obtener algún descuento, en fin, al próximo evento que se presente con características similares se obtendrá un mejor desempeño.

Por lo que un error debe ser observado bajo esta lupa y analizado para evitar caer en lo mismo y poder avanzar. Así que ya no lo llamaré error sino una nueva experiencia.

sábado, 27 de febrero de 2010

Prevención y conciencia ante eventuales sismos. Botiquín Médico

La tragedia ocurrida el día de hoy, 27 de febrero en el país sudamericano Chile a las 00:24 hrs tiempo del centro de México, pone de manifiesto la importancia de retomar e inculcar en la población joven de nuestro país la cultura de prevención sísmica, tomando en cuenta que la gente de aproximadamente 30 años y menor no ha conocido o no recuerda la magnitud del sismo de 1985.

El presente escrito se basará en cómo integrar un botiquín médico en nuestras casas, trabajos, o escuelas con elementos de primera mano y útiles en caso de presentarse alguna eventualidad, el cual deberá ser conocido por la gente con la que convivamos en cuanto a su contenido y ubicación.

Maletín: El primer punto a analizar será el conseguir una maleta, mochila, bolsa o similar cuyas características de peso y tamaño lo vuelvan fácil de trasladar (puede ser alguna mochila escolar en desuso, una pequeña maleta, etc) con el fin de que en caso de alerta se pueda salir hacia un lugar seguro llevándolo consigo.

Personas medicadas. En caso de que usted o alguna persona de su familia esté medicada por cualquier razón (crisis epilépticas, diabetes, hipertensión, asma, cardiópatas, etc), se deberá incluir algunas dosis del (los) medicamento(s) usado(s) con el fin de que durante alguna emergencia no se omita la administración del fármaco.

Materiales e instrumentos de curación en general: dentro de éste rubro se mencionarán artículos cuyo uso se enfoca a prestar primeros auxilios o artículos de uso preventivo:

- Gasas: conseguir gasas en paquete estéril, de preferencia de 7.5x7.5 ya que es el tamaño estándar. Útiles para realizar curaciones o cubrir heridas(15 a 20 paquetes). Igualmente se podrían comprar unas 4 compresas (porciones de gasa de aprox. 30x30cm) en caso de heridas mayores.

- Vendas: cinco vendas de 5cm, y tres de 10 cm.

- Tela adhesiva y micropore: un par de cada una.

-Abatelenguas: con el fin de inmovilizar dedos de la mano en caso de luxación o fractura.

- Hisopos de algodón: para limpieza de heridas en ojo o cavidades (naríz, boca)

-Algodón: multiusos. Las heridas deben limpiarse con gasas, nunca con algodón debido a las partículas que desprende.

-Guantes estériles: los venden en bolsa individual, 5 pares.

-Cubrebocas: los adecuados según el numero de personas (2 por persona).

- Termómetro oral.

- Tijeras, pinzas médicas (en farmacias grandes se encuentran) y unos dos bisturís (numero 15 o número 21)

- Agua oxigenada. Limpieza de heridas y detiene hemorragias.

-Alcohol. (para desinfectar tejidos o limpiar piel, no recomendable en heridas)

- Merthiolate e Isodine (yodopovidona) para limpieza de heridas.

- Pomadas: se recomienda Furacin, pasta de lassar (óxido de zinc) o Silvadene (sulfadiazina de plata) para aplicar en raspaduras o quemaduras.

- Jabón en barra y jabón liquido.

-Alcohol en gel.

- Solución fisiológica o solución salina: (comprar uno de 1000 ml o dos de 500 ml) para uso en limpieza de heridas.

Medicamentos: Se mencionarán los más prácticos y cuyo uso es común en emergencias:

- Analgésicos: paracetamol y/o aspirina. En caso de tener niños se recomienda paracetamol infantil. Naproxeno o diclofenaco, éstos últimos son analgésicos también, pero tienen mayor acción antiinflamatoria (tener cuidado ya que Naproxeno y Aspirina (acido acetil salicílico) tienden a provocar acidez estomacal). En caso de alergia a alguno, considerar Ibuprofeno. Igualmente conveniente que, aparte de la presentación en tabletas mencionada, se considere conseguir en pomada o aerosol (Voltaren, Lonol).

- Ranitidina, en caso de síntomas de enfermedad ácido-péptica (erróneamente llamada gastritis).

- Loratadina o clorfenamina, en caso de reacciones alérgicas a medicamento, a alimento o por picadura de insecto.

- Butilhioscina, en caso de cólicos abdominales (no abusar en uso del mismo).

- Antidiarréicos, si se está familiarizado con su uso. (Hidrasec en niños, adultos pueden usar Pepto Bismol)

- Incluir sobres de suero oral (muy importante para prevenir deshidrataciones, sobre todo en niños)

- No recomendaría antibióticos, a menos que una persona en la familia conozca su uso, indicaciones y manejo. De preferencia consultar a algún médico antes de emplearlos. Se puede incluir en el botiquín Dicloxacilina, Trimetropim con sulfametoxazol o Ampicilina (considerar Ciprofoxacino en caso de ser alérgico) pero su uso, repito, debe ser valorado por algún médico.

Esto es lo básico que un botiquín debe contener. Puede variar de acuerdo al número de personas que lo usarán o el estado económico de la persona. Puede incluirse igualmente radio con baterías, linterna y otra serie de objetos útiles. Lo que yo recomendaría anexar seria una tarjeta o papel enmicado o protegido, con el número de teléfono de algún médico conocido, de familiares cercanos y de hospitales o clínicas cercanas a nuestro hogar.

Espero les sea de utilidad y que logren integrar éste elemento indispensable en nuestros espacios cotidianos. Un saludo.

Daniel Núñez, Médico.

twitter.com/@Nunez_MD

En lo personal yo incluiría un poco de efectivo que siempre esté dentro del botiquín, para algún gasto de consumo básico. También hay que dejarlo en un lugar lejos del alcance de los niños pero que no se dificulte su acceso en caso de una salida de emergencia. Tener una copia de identificaciones creo que también sería pertinente (sobre todo seguro social o algo similar), junto con el número de los servicios de emergencia y de algún familiar.

Está de más mencionar que se debe mantener la calma aun que pueda ser complicado. Lo de los números de emergencia lo menciono porque en momentos de estrés la memoria llega a fallar y si no llevaste contigo el celular o una agenda será difícil acceder a estos números.

Espero que esto sea de utilidad y no hagamos caso omiso de las recomendaciones que nos da mi amigo Daniel Núñez.

jueves, 11 de febrero de 2010

Un último perdón

Me es difícil escribir esto, tal vez lo has leído más veces de las que pueda escribir, pero me es necesario hacerlo. Te quiero. No te quiero como una madre quiere a sus hijos, o como un niño quiere un helado cuando hace calor, no. Te quiero como un vaso de agua en medio del desierto.

Sé que estuve mal, lo reconozco, me dejé llevar por el miedo antes que hacerle caso a mi corazón, bueno, que ya no es mío sino tuyo. Y me equivoqué, no debí haberlo hecho. Me fue difícil, todo me ha sido difícil, pero quiero estar a tu lado. No me arrepiento de quedarme a tu lado, dejar atrás todo lo que me estorbaba para ir contigo. Así que te pido perdón. Perdona mis caprichos, mis noches sin dormir, las veces que te preocupé, los días sin sol, las desveladas, perdona todo lo que te he hecho pasar.

Yo quiero estar a tu lado, no me importa nadie más. Podría llegar la mismísima belleza a seducirme y la rechazaría, porque no tiene tus ojos, porque no tiene tu voz, porque no se toma el tiempo para decir que me quiere, porque no eres tú...

No quiero a nadie más que a tí, y te pido perdón, nuevamente, por querer estar contigo, perdona a este caprichoso que no hace otra cosa más que quererte cada momento más.

martes, 19 de enero de 2010

Una carta de despedida

Ya no intentaré engañarme más tiempo, lo nuestro no puede funcionar. No es porque no quiera que suceda sino que, inevitablemente, no puede ser así. Construyo una escalera peldaño a peldaño a la cual le falta soporte. Mi imaginación me impulsa a seguir, pero mi corazón no lo soporta. Y sé muy bien que tus intenciones no son destruirme ni lastimarme, pero yo mismo me lastimo y por lo que ya no debo hacerlo.Y no puedo evitarlo, me fasinas, sigues siendo un sueño, quiero conocerte, quiero escuchar tu voz; pero no puedo hacerlo, me faltan medios para alcanzarte.

Cada día subo a la montaña rusa de sentimientos, llego a lo más alto y no quiero descender. Sé que me va a doler, sé que no soy lo que tu eres para mí y esta situación me agobia, ya no quiero sufrir más.

Quisiera tener el valor para cortar la raíz de este dolor, pero no puedo, tu ausencia me destrozaría. Pero no encuentro más motivos para seguir por la línea entre el sufrimiento y el placer. Sabes decir la frase que me mantiene volando durante horas pero no te das cuenta que sufro por no estar contigo...

Sigo sin saber qué hacer. A medida que escribo me siento más inseguro de hacer lo mejor para los dos. Tal vez lo mejor fue no haberte conocido. ¡No! Tal vez lo mejor es borrarte de mi mente. ¡No!

No hay nada mejor que estar contigo y saber que tu estás conmigo, pero tristemente no es así. Por lo que hoy he decidido renunciar a alcanzar tu corazón, se acabó, ya no lo intentaré más. Ya hice todo lo que quedaba en mis manos...

Tal vez un día tu te fijes en mí y espero poder estar ahí, pero mientras tanto, me despido, ha sido un placer conocerte, compartir sonrisas, buscarte diariamente... mientras tanto estaré ahí, como siempre tu estuviste para mi...

jueves, 14 de enero de 2010

Laberinto sin salida

Por fin decidí abrir mi corazón,
tantos años escondido el sentimiento
dándole lugar a la razón.

No sé si reír, llorar, gritar.
Mi corazón está en una rifa
donde nadie compra el boleto ganador.

Por fin superé mi gran temor
y no mejoró la situación,
quisiera salir de este laberinto
de sentimiento y emociones
que se interpone ante mi entera felicidad,
pero no puedo, no puedo...

No puedo dejar de amarte como te amé,
quiero poder tener lo que nunca fue mío.

Pero aun me da miedo,
estar a tu lado me intriga, me atemoriza
y a la vez arranca un pedazo de mi alma.

Y pensé que te habías ido,
como la tormenta cuando sale el sol...
No pensé que volverías,
pero lo hiciste
y me confundiste al mirarme fijamente,
con tus ojos mas claros que la miel,
hasta que lo dije...

Superando mis temores, lo dije...
Confrontando el pasado, lo dije...
Desafiando nuestra historia, lo dije...
y tú, no dijiste nada...

Mi corazón buscó una salida
más todas estaban cerradas,
las lágrimas regresaron,
el suspiro me asfixiaba,
la sonrisa se escondió
y todo gracias a tu silencio.

Hubieras dicho que no para poder llorar,
hubieras dicho tal vez para suspirar y soñar,
hubieras dicho que sí para poder sonreír...
no dijiste nada y nada pude expresar.

Tal vez ésta sea la historia diaria,
no quiero que sea así.
He vencido mis temores
falta que alguien se llevé éste corazón
que tanto ha sufrido pero algún día
podrá sonreir...

miércoles, 13 de enero de 2010

Más real que un sueño

Por las noches cierro los ojos
con la esperanza de soñar contigo,
y despierto con la esperanza
de que no sea sólo un sueño.

Y sí, una vez te soñé...

Fue más real que un sueño,
mis manos te sentían,
mi alma suspiraba y tú,
y tú como siempre...
me rechazabas.

No hemos sido los mismos desde esa noche;
cuando sin verte te observé,
cuando sin oirte te escuché...

Y quién lo iba a decir,
confundí la realidad de lo irreal,
¿cómo le explico a mis brazos que no estás aquí?
¿cómo le explico a mis labios que nunca te besé?

Fue más real que un sueño,
no hubieron piratas, ni laberintos,
ni miles de colores, sólo un mundo de ilusiones
y tú... a lo lejos tú...

Ahora sueño estando despierto,
imaginando aquella noche de nuestro primer encuentro,
mi intento por acercarme, tus ganas de fugarte,
los sentimientos encontrados...
Fue más real que un sueño...

Mantengo la ilusión de aquel momento,
las estrellas brillando,
la luna observando mi sonrisa, porque sabía que te veía,
sabía que soñaba contigo y yo...
manteniendo la inocencia
porque sabía que todo era un sueño...

¿Y si no fue sólo un sueño?
Quiero creer que no fue sólo un sueño.
Mi corazón me grita que no lo fue,
mi piel suplica que le crea
pero la luna me susurra que te soñé.

Pero cómo la luna lo sabía,
si en mi sueño estaba la misma luna
iluminando nuestro encuentro
y a la vez velando nuestro sueño.

Más tarde comprendí que no fue sólo un sueño,
quisiera que fuera sólo un sueño, pero no lo fue...
Me duele no poder estar a tu lado.
Cambiaría ese sueño por poder dejar de quererte
ya que sé que no me quieres como yo te quiero...

Desde esa noche ya no duermo, para no volver a soñarte,
para evitar los suspiros que tratan de encontrarte.
Ya no engaño a mis brazos que nunca te abrazaron
ni mantengo la ilusión del momento que nunca sucedió...

Fue más real que un sueño...
pero quiero hacer real ese sueño.