jueves, 18 de octubre de 2012

Ya no puedo más


Cuando crees que vas a quedarte estancado, que no vas a dar un paso más, que todo lo que habías planeado se derrumba, siempre llega una nueva oportunidad.

Cuando te expones y dejas descubiertos todos tus temores, en ese instante en que tus más obscuros pensamientos se mezclan con tus anhelos, comienza una lucha interna en la que el dolor es placentero.

Es por eso que el desánimo a veces es más fuerte que cualquier lucha. El tirar la toalla te acerca a las personas en las que puedes confiar, aunque sea un segundo nada más. El llanto de dolor y resentimiento se transforma en uno de agradecimiento y te acuerdas de aquel que siempre confió en ti.

Reconocer que ya no puedes más no es símbolo de debilidad, al contrario, te recuerda lo insignificante que eres y que no hay prueba alguna que no puedas superar.

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